jueves, 3 de julio de 2008

Una sonrisa que oculta la verdad

Me puse muy triste, lloré: no por la película, si no porque me vi en ella, te vi también.
Nos vi: La caótica pareja que se forma dentro de la funcionalidad.
Tan diferentes el uno del otro, pero más diferentes aún del resto, de este mundo aburrido, en el que todos creen que tiene derecho a opinar. La libre expresión se convierte en un atropello a mi privacidad, a mi derecho de no ser juzgada por alguien que no me conoce, que te conoce a ti menos.
No sé qué quieres de mi, al final no sé nada. No me conozco ni a mí misma.
Pero abrazo tu recuerdo como algo precioso, como si fueras más grande y más intenso que en realidad, como si fueras tú con tu sonrisa que oculta la verdad, que mantiene mi corazón cautivo, y solo me resta llorar, terminar exhausta y abrir los brazos para soltar tu recuerdo que se esconde bajo mi cama, para poder soñar, soñar y sentirme mejor, soñar con personas que al día siguiente me harán recordar lo vivido, y de pronto al ver el rocío de la lluvia de mis ojos, que mojaron el pasto en la noche anterior, en ese momento, tu recuerdo me buscará, con una sonrisa que oculta la verdad.

No hay comentarios: