lunes, 31 de marzo de 2008

George Harrison

Si usted ha visto un hombre parecido a este, le suplico que me indique dónde encontrarlo, ya que se trata del hombre de mi vida, cualquier información será gratamente recompensada. Gracias.



miércoles, 26 de marzo de 2008

Tu ne connais pas

Lamento de un solo capricho
tu piel morena en el paisaje desértico.
El viento trae dos cosas en su paso por aquí:
cantos y polvo.
Misterioso anhelo el de tus ojos mirándome,
esos tus ojos de árabe que han de llevarme a la ruina de las emociones,
donde no se puede sentir más.
Olvidado deseo el de tus palabras en mi mente,
llevándote mi ser entero por un laberinto de una falsa seguridad
donde solo hay felicidad ilusa,
la esperanza del que no conoce nada,
pero logra sonreír por que cree que lo tiene todo.
Yo creo que lo tengo todo cuando te tengo,
peor de eso hace ya mucho tiempo.
Te escribo aunque se que jamás lo sabrás.
Te escribo para ayudarme a sobrellevar mis pensamientos,
que de otra manera solo cabrían en una explosión de mi corazón.

L'amour

Es un corazón cautivo,
enredado en reminiscencias de aquella luz que algún día sus ojos pudieron ver.
La esperanza de lo infinito, lo interminable,
lo más sublime que la humanidad ha visto jamás,
todo esto envuelto en sutil confianza.
La confidencialidad de los amantes que, a la vez,
lo quieren contar todo,
por que no hay sobre la tierra seres más felices que ellos.

Hasta que llega la separación y el sueño termina.
Solo quedan recuerdos convertidos en cenizas
algoritmos matemáticos que no conciben una explicación lógica a esa poderosa ilusión a la que los hombres cantan.
Es el misterio de la químico y la psicología,
el más dulce misterio de la existencia humana.

Reflexiones (Antes)

Mismo lugar, tan diferentes sueños
¿expectativas? ninguna,
solo la vanidad de la diversión instantánea.
Consigo llegar hasta allá con la incertidumbre,
no de encontrarlo distinto, si no de ser yo otra,
por que mis ojos ya no miran igual
y mi maquiavélica existencia se reduce a dos tragos
con los que apago las llamas de mi alma burguesa
para sentirme como un animal y no una persona.
Reirme de la vanidad en la que me encuentro atascada
y recordar que no morí la primera vez,
pero moriré la segunda.
Con el tiempo pierdo juventud y amigos
pero gano experiencias.
Tengo el corazón cansado, lastimado,
por que ha sido llevado a los límites del sentir,
en todas las formas y direcciones,
pero es una ventaja que aún recuerde cómo sonreír.
Divago entre sueños y recuerdos,
mi manía es escapar de la realidad.
Conquistada por el verbo,
antes que por un lindo rostro,
desde que recuerdo soy amante, amiga y antagonista,
por que como me tratan soy.

domingo, 23 de marzo de 2008

Reflexiones (Después)

Tu pecado fue percibirte malo
mi pecado fue percibirte bueno.
La esperanza del que no conoce nada,
la mirada del ciego.
En los lugares como este no cabe el ensueño
pero sobra el recuerdo.
Me sorprendo a mi misma buscándote,
levanto los ojos a este cielo claro, hermoso,
y me acuerdo de ti,
me acuerdo de mi.
Vine para encontrarme antes que otra cosa
y es definitiva la sentencia:
No soy quien era antes, en días como estos.
Y no estoy tan alegre con mi nueva persona
más que faltarle tú, le falto yo,
quien era yo,
quien me gustaba ser.
Ha sido un año fuerte, triste y doloroso
y solo pido por que se acabe como comenzó:
rápido, de golpe y sin recordarlo
para volver a ser quien era yo,
para volver a tenerte aunque sea a la distancia.
Cómo me dolió perderte, pero así tenía que ser,
claramente te quisé más yo a ti que tú a mi,
por que tu recuerdo hoy me grita,
me pide que lo llore, que lo vea,
y no se que hare cuando te vea de frente
sobre mis ojos, en mi nariz.

viernes, 14 de marzo de 2008

Estoy
tan llena
de amores incompletos
que no hay más espacio
para
un completo amor

Mato el tiempo desempolvando olvidos

Mato el tiempo desempolvando olvidos.
Tiempo, termino tan subjetivo,
como que ha pasado tanto tiempo sin verte
constante dinámica en la rutina que no cambia.
Pago por sonrisas como pago por traiciones
un corazón marginado por la música,
llevado a los extremos del amor, del odio.
Cansado de latir sin descanzo
cansado de sentir sin descanzo.
Tiempo límite: uno, dos, tres,
la implosión de mi vida esta a punto de ocurrir,
cuatro, cinco, seis.
¿Qué recuerdo tomaré?
Creí que cometería los mismos errores esta vez
pero no soy tan tonta como pensaba
y prefiero descanzar en santa paz
que atormentarme por la eternidad
acorralada en unos brazos que a la larga me lastimaran,
hay abrazos que duelen más que espinas,
hay miradas que matan de dolor.

Reacciones Circulares Veintiabas

Anaclítica reacción la de tu persona
cuando termino mi confesión de amor inconsciente.
Esa repetición autómata del juego auto-erótico de lacerares hasta estallar
en una conmoción de gritos y lágrimas,
correspondida por la detención del tiempo.
Espejismo carnal de querer lo mismo de la misma manera
de ser incapaz de conservarte y unirte con clavos de metal a mi puerta,
para que no salgas.
Devorar tu libertad en el umbral de la escalera
y terminarte entero en mi habitación,
donde mi poderío no conoce límites
y mi sumisión se transforma en aventura.
Libre de todo prejuicio puedo volar,
pero siendo esclava de esta ilusión amorosa
el piso es mi mejor compañero.

jueves, 6 de marzo de 2008

Andy Warhol

Uno de mis artistas favoritos, qué personaje tan cautivante y materialista era Andy Warhol







miércoles, 5 de marzo de 2008

N e g r a s u s o t a n a
N e g r a m i s u e r t e

domingo, 2 de marzo de 2008

Fragmento de Historias de Amores Tristes

Quédate quieta, callada, que no escuchen que estoy aquí.
Vengo a tomarte a la gana, como debe ser, entre este puerto y tus ojos mi alma no puede más.
Eres esa estrella que no consigo bajarme a la tierra, mustia de ojos cansados, contrabando de emociones, niña de oro, mi adorable perdición.

Cuando huele a orines de gato

Nunca supe cómo llegué hasta aquí.
Su cuerpo estaba frío, pero él no estaba muerto, era la consecuencia de que no le gustara el sexo. En cambio yo era candela, era una marea hirviente de sangre, sudaba hasta por las orejas y tenía la visión nublada. Me dijo una frase de gañanes y cuando lo miré note el lunar en su ojo.
-Tienes calentura mi niña.
Sólo pude esbozar una sonrisa de afirmación, él se levantó de la cama y prendió otro cigarro.
-Debe ser tu egocentrismo, tanto pensar en uno quema el cerebro.
Permanecí inmóvil en aquella alfombra, olía a humedad y a humo, y de vez en cuando a orines de gato.
Se sentó a un lado de mi cabeza.
-No te confundas ni reina, no sirve pensar, esta sociedad es decadente pero tú no tienes la culpa, fue tu escuela y tu religión, tu eres como una Alicia en este país maravillosas penumbras.
Con una mano sostenía su porro, con la otra acariciaba mis cabellos de fuego.
-Vives engañada- continúo- yo no planeo llevarte a la cama, ni enamorarte, sólo… me gusta estar contigo. Eres egocéntrica muñeca y además no eres tan lista como crees, pero tienes buenos gustos musicales.
Levanté la cara y miré los ojos enrojecidos, me acerqué para besarlo pero me volteó la cara. Movía la cabeza de un lado para otro y solo murmuraba: no, no, no.
-Eres tan común, tan corriente, no aprendiste nada con la lección de ayer. Solo viste tu muerte y no experimentaste ese placer indigno de los mortales, eres tan burguesa…
Cantó una canción de Peter Gabriel y yo poco a poco recuperaba energías, fue hasta que logré llegar al baño y mojarme la cara, me mire al espejo y me ví más enferma de lo normal, ojos y cabellos rojos, piel pálida y amarillenta, las ojeras moradas me daban un aspecto lúgubre y mi facsie dejaba mucho que desear. Regresé al cuarto y encontré mis tacones rojos bajo la cama. Él seguía ahí, seguramente filosofaba sobre la fe.
Me puse el arrugado vestido negro y tomé mis zapatos.
Abrí la puerta y por fin hable.
-Lo preocupante de las emociones no es sentirlas, sino hablarlas, convertirlas en una palabra que flota en el ambiente, que choca con la pared.
No recuerdo una época de mi vida más decadente que esta, donde hasta un beso me es negado y he de terminar con seres solitarios como tú, o más patético, menos solitarios que yo. No saber decir no es una contradicción, es absurdo negar lo negado. Si algún día tienes ganas de pagar por amor, búscame. Si tienes ganas de regalara amor, llámame. Si sólo tienes ganas de juzgar a alguien, mátate.
Dejé la puerta abierta del departamento y fue la última vez que supe de él, probablemente acabó con su vida en un ataque de críticas destructivas, por mi parte, no debería, pero lo extraño, sobre todo cuando el ambiente huele a orines de gato.