miércoles, 31 de octubre de 2007

Fascinación

Eres música ligera en mis ojos que te adoran,
no recuerdo cuando comenzó mi fascinación por ti,
pero mirarte es devorar tu figura con mis impasibles ojos,
es desear tu imagen con mis manos,
es simplemente adorarte...
Y no es lo mismo adorarte de lejos a sentirte las manos encima
sobre mi espalda, sobre mis piernas,
a tener tus palabras junto a mi oído,
a embriagarme con el olor de tu suspiro.
La presión de un cuerpo contra otro,
minimizando distancias, maximizando emociones
y está noche de calor seco, de estrellas plateadas
y tragos de agallas
me quedo con el recuerdo de tus manos sobre mi cuerpo...

La última carta

Tratar de conquistarte fue una pérdida de tiempo
ya no guardo la esperanza del futuro incierto
y aunque existe un deseo practica mente letal
puede ser más fuerte que nunca estemos de acuerdo.
Tener los valores, sueños y expectativas diferentes
puede pesar más que la pasión.
Yo por ti sólo sabía sufrir
ni siquiera demostrar mi admiración podía,
algo siempre se me interponía
pero llega el momento en que no quiero ser lo que tu quieres que sea,
que ni siquiera aprecias,
en que la historia que nunca existió llega a su fin:
que te alejes, que te quedes, que me ruegues o que me desprecies
no podría importarme menos.
Y ya no lucho por una simple razón: mi dignidad,
una cosa es ser víbora y otra es ser arrastrada
y si no lo notaste a tiempo sera obra del destino.
Siento que debo agradecerte por lo que en tu susto,
ensueño o buen rato me hiciste sentir
pero es sólo parte de tu encanto,
un encanto que adoré hasta que no pude adorarlo más,
hasta el extremo de mi propia locura, deseo y depresión.
Tendré que seguir viéndote por la costumbre que nunca nos falla
pero sólo un pensamiento que me lavó el encéfalo me llegará:
pierdo mi tiempo con un simple amigo enfermo de amiguitis,
amigo del cual tengo muchos reproches,
mutuos, cansados y usados
de una relación que sólo me dejó algo bueno:
Inspiración.