miércoles, 31 de octubre de 2007

La última carta

Tratar de conquistarte fue una pérdida de tiempo
ya no guardo la esperanza del futuro incierto
y aunque existe un deseo practica mente letal
puede ser más fuerte que nunca estemos de acuerdo.
Tener los valores, sueños y expectativas diferentes
puede pesar más que la pasión.
Yo por ti sólo sabía sufrir
ni siquiera demostrar mi admiración podía,
algo siempre se me interponía
pero llega el momento en que no quiero ser lo que tu quieres que sea,
que ni siquiera aprecias,
en que la historia que nunca existió llega a su fin:
que te alejes, que te quedes, que me ruegues o que me desprecies
no podría importarme menos.
Y ya no lucho por una simple razón: mi dignidad,
una cosa es ser víbora y otra es ser arrastrada
y si no lo notaste a tiempo sera obra del destino.
Siento que debo agradecerte por lo que en tu susto,
ensueño o buen rato me hiciste sentir
pero es sólo parte de tu encanto,
un encanto que adoré hasta que no pude adorarlo más,
hasta el extremo de mi propia locura, deseo y depresión.
Tendré que seguir viéndote por la costumbre que nunca nos falla
pero sólo un pensamiento que me lavó el encéfalo me llegará:
pierdo mi tiempo con un simple amigo enfermo de amiguitis,
amigo del cual tengo muchos reproches,
mutuos, cansados y usados
de una relación que sólo me dejó algo bueno:
Inspiración.

No hay comentarios: