Imaginación

Puedo imaginarme tus dos manos rodeando la taza de té

y tus ojos de cristal fijos en mí
mientras sorbo de mi té para mirarte fijamente.

Puedo imaginar el sonido de la lluvia golpeando la ventana

y el olor del verano que se cuela fresco y nostálgico.

Yo puedo imaginar al perro que estará echado sobre tus pies

y hasta puedo imaginar la sonrisa maravillosa de la mezcla de nuestras vidas,

producto de mi vientre y tus semillas.

Puedo imaginar tu calor bajo las sábanas

y los besos antes de dormir,

pero no puedo, porque simplemente no quiero,

imaginarme una vida sin ti.

Receptora de amor

Esos brazos a los que me aferro
tu pecho se ha convertido en mi almohada favorita
el ronroneo seco de tu corazón, mi arrullo
y tus manos mi mejor consuelo.
En medio del hastío de seguir viviendo
absorta en callejones que no tenían salida
tu presencia discreta como una sombra
modificó las amarguras de mi vida.
Con tus miradas me iluminas
borras mils faltas y pecados
la poca moral perdida en batallas absurdas
en las que dejé vencida la esperanza
y la poca inocencia que seguía aún con vida.
Fuiste escribiendo una historia
de la cual me has hecho princesa
en la que me siento tan poco merecedora,
pero tan agradecida de tu elección.
Tu me has elegido, yo soy la receptora
y conseguir tu amor

ha traido realidad y alegría a un especimen destrozado.

Encuentros de colchón

Mi piel desnuda se ilumina con tus caricias
Tu me das forma, tus ojos me dan color
y esque tu aroma se ha vuelto en mi delirio favorito,
y lamerte la piel mi postre por elección.
Es algo que siento en el pecho
una pasión que enloquece
la dicha de sentirme penetrada
y de mi exclusividad hacia ti
Eres mi vicio, mi obsesión,
porque en ti encuentro la magia
de eróticos encuentros en nuestro colchón