domingo, 21 de septiembre de 2008

Cuando la mentira y la miseria se unen

¿Dónde estás cuando más te necesito?

Cuando mi agotado corazón me regala sus contados latidos
Abrí los ojos y estaba sumida en la oscuridad.
Vi los rastros de las pesadillas que se evaporaron al momento
me sentí envuelta en la nada,
sentí en el pecho un dolor: la miseria de mis horas.
Antes de pensarlo ya estaba llorando,
cubrí con la almohada mi rostro para no despertar con mis lastimeros gemidos a los que comparten esta casa.
La miseria todo lo embarga
El estúpido rostro que se refleja en el espejo
que no hace más que llorar.
Somatizo las penas.
Qué dicha haberme muerto mientras dormía,
Mientras lo veía restregando su alegría por el mundo,
como lo esta haciendo.
Él no piensa en mí, no le importa…
Yo haría lo mismo…
Pienso y pienso, no hay solución
y estoy amenazada para no volverle a ver:
es mi vida o él,
hoy prefiero ninguna de las dos.
Él: mentira
Mi vida: miseria

Solo quedan escombros…

Solo queda la eterna soledad…

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