lunes, 26 de enero de 2009

Mi onírico deseo




Te recuerdo y siento como si viera un sueño
me saboreo esas fresas que me diste
fui yo quien se negó a recibir más noches como esas
fuiste tú quien apoyó que esto sería lo mejor.

No.

Lo mejor sería tenerte más cerca
y besarnos con los labios pintados de amor
y nuestro secreto colgando del techo
como si el atento público no existiera
como si mis temores se hubieran quedado dormidos en la puerta
y ya no pienso con el cerebro
ya no me estorba la razón.

Vestidos de rojos nos fuimos a encontrar
y escondidos de la luz nos fuimos a querer.

Para ti solo tengo agradecimiento
y una pasión que no sé donde arrinconar
que se me anda escapando salvaje entre los sueños

Mi onírico deseo
El hombre inalcansable,
que por unos meses sentí tan mío
pero que mi miedo me obligo a rechazar.

Si un día regresas: regálame otra fresa,
que sean muchas
que me he de morir con tu sabor en la boca
y el sueño imposible de poderte tocar.

No hay comentarios: