lunes, 15 de diciembre de 2008

Mi carta de fin de año

Entre el frío, la soledad sentada a mi lado y una vieja canción que sigue provocando que mi corazón se cimbre, sentí el tiempo navideño en la esquina.
No me emocioné por la comida, la familia, los amigos que comenzarán a hacer invitaciones con ese pretexto, solo reunirnos a charlar y tomar. Al contrario, la nostalgia navideña me llenó los ojos de lágrimas que me rehusé a llorar.
Recordé el invierno pasado, cuando conocí la nieve en Canadá, hace un año estaba muy triste, salía de una depresión provocada, entre otras cosas, por una tormentosa relación que nunca tuvo lugar, él y yo, ahora, hemos logrado mirarnos sin mirar, hemos perfeccionado el arte ignorarnos a tal grado que no importamos más, ni el existe, ni yo existo.
Este año reafirmé las verdaderas amistades, y creé unas nuevas de las cuales estoy muy feliz.
Retomando lo vivido este 2008, no me fue tan mal.
Buenos momentos: Canadá, el encuentro estudiantil en Guadalajara, el “congreso” en Vallarta, el concierto de Molotov y de Manu Chao, el Cervantino, las visitas a Casa Vieja, el curso de cuidados paliativos con Marcos Gómez Sancho, la película Across The Universe y la Ciencia del Sueño, mi inmersión en el género del trip-hop, la adquisición de nuevos vicios, mi lento mejoramiento en el francés, la inusual cifra de ligues realizados, las misiones a Cieneguilla, la visita a la taberna de los Beatles, mis 20 años, confirmar que el amor con One sigue inmutable….
Mis episodios depresivos han sido sobrellevados sin perjudicar por completo mi funcionalidad. Sufrí, reí, lloré… y volví a llorar por que ¡cómo lloré este año caray!
Ha sido un provechoso año que supe vivir al máximo y del cual me quedo satisfecha. Gran año para una simple mujer como yo.
Tendré que esforzarme para que el siguiente año sea igual o mejor, y aprovecho para agradecer a los de ahora, a los nuevos y a los de siempre, que me abrazan cuando caigo, para luego brindar por un nuevo amor, gracias por tantas fresas y los consuelos, las sonrisas, los cigarros y los goles.
Felicidades a todos porque, a pesar de las crisis, la violencia y demás, sobrevivimos enteros, pero más acabados a este bonito año que se nos va.
¡Fresas para todos y canastas enteras de amor! Desde mi solitario árbol en los campos de la irrealidad, su rara y eterna servidora:

Sugar Kane

2 comentarios:

Glitterbird dijo...

mi amiga hermosa perincipalmente y como lo mencionaste hay que felicitarnos pues a pesar del mundo en el que vivimos seguimos vivas, enteras y haciendo lo que debemos hacer...

justamente hoy cuando me bañaba pense lo mismo que redactaste, todo lo que fue el 2008 para mi y conclui que el 2009 sera otro vivir pero con el mismo objetovo: ser feliz!!!

y lo mismo te lo deseo de todo corazon. Y espero que estas fiestas las disfrutes rodeada de tos seres querido y en unas semanas esperemos volvernos a ver.

Tkm!!!

Juan Ramón V. Mora dijo...

Para mí fue un año de porquería, mostly.

As: Evil - Interpol.

Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.